Por Clara Olivares
«…la utilización más frecuente del concepto está vinculada al gusto especial y desmedido de algo, que lleva a usarlo o consumirlo frecuentemente y con exceso: “Las películas son mi vicio: puedo ver unas cinco por fin de semana”, “Mi único vicio son las papas fritas”, “Me gusta el juego, pero no puedo decir que sea un vicio para mí”.
Los vicios, por otra parte, son los hábitos considerados como inmorales o degradantes para una sociedad. La obscenidad, la lujuria y la corrupción son algunos de los ejemplos más comunes: “La corrupción de nuestra clase dirigente es un vicio que carcome las posibilidades de progreso”.
Definición.de
Como dice la definición, es un gusto extremadamente placentero para quién lo tiene y, quizás, precisamente por el placer que le procura lo consume sin mesura.
Por esa misma razón, al ser desmedido el gusto, a la persona le resulta muy difícil poner un límite a su deleite. De ahí que la estrategia que desarrolla sea la de “todo o nada”.
Es como si se dijeran a sí mismos: “si no lo puedo tener en la medida en que lo deseo, mejor no lo tengo”. No pueden parar. Les resulta imposible conformarse sólo con un poco. No existe el término medio.
Este tipo de personas no son capaces de diseñar objetivos a largo plazo ya que el motor que les mueve a actuar es la impulsividad.
Parece que ese comportamiento obsesivo les ayuda a calmar la angustia y la ansiedad que les acompaña constantemente.
Algunas veces, para evadir los problemas que tienen en su vida cotidiana, comienzan a realizar exclusivamente esas actividades que les causan placer.
El vicio que escojan puede ser cualquier cosa: desde un helado, una bebida, un cigarrillo o un tipo de comida, hasta las cosas más extravagantes. No hay reglas.
La frase que podría definir a una persona viciosa podría ser: “me gusta, quiero más”.
Existe un tipo de personalidad que también tiene muchos puntos en común con la que describo más arriba, es la personalidad borderline.
«un trastorno de la personalidad que se caracteriza primariamente por inestabilidad emocional, pensamiento extremadamente polarizado y dicotómico y relaciones interpersonales caóticas».
DSM-IV
A las personas borderline, les cuesta mucho manejar los límites. Es un concepto que no tienen interiorisado.
No comprenden que es bueno que se paren, que aprendan a pararse. De ahí que compartan la característica del “todo o nada”, en ambos casos la angustia y la ansiedad está presente, pero de manera diferente.
Es inconsciente en ambos casos (la personalidad viciosa y la borderline), si bien la manera de abordarla y tratarla es distinta.
Para aliviar estas emociones, que viven de manera muy intensa, suelen refugiarse en conductas que, aparentemente les calman, como, por ejemplo, las compras inútiles, o la bebida, o la promiscuidad, entre otras.
Del punto anterior se deduce que son personas impulsivas, con los gastos, el sexo, abuso de sustancias, etc.
Como se diría en psicología, “pasan al acto” directamente, es decir, sienten el impulso de comprar, de gastar, de beber, etc. y no existe el momento de reflexión previo para preguntarse si es conveniente o no, sino que lo hacen sin más.
Repito, como en el caso de la persona viciosa, éstas no respetan los límites. En el caso del borderline, en especial, no respetan ni los ajenos ni los propios.
En mi próximo artículo hablaré sobre una pregunta: ¿seré una persona que es bienvenida?
(Imagen: www.imujer.com)